Si no quieres obtener los mismo resultados, no hagas siempre lo mismo. Srcum, una nueva metodología de organización del trabajo
Dirección de proyectos
Reunión a primera hora, revisar el correo, atender el teléfono, volver a leer el correo, salir corriendo a una reunión, volver a ver el correo… Esto podría ser el resumen de un día de cualquiera de nosotros en la oficina.
Una serie de distracciones consecutivas y sin organización que hacen que la concentración, productividad y creatividad se vean afectadas por la fragmentación de tareas sin planificar, jerarquizar y medir.
Estas dinámicas secuenciales son las principales amenazas para aquellas empresas que se enfrentan a desarrollos complejos en la elaboración de cualquier producto o servicio, ya sea tecnológico o no.
Pero ¿por qué seguimos trabajando con métodos de producción secuencial? ¿Por qué debemos asumir el riesgo de condenar una etapa futura por el error de una etapa anterior?
Frente a esta mentalidad tradicional de producción lineal y secuencial, más propia de la era industrial, ha surgido una nueva metodología de organización del trabajo, el Scrum.
El Scrum es un entorno de trabajo simple, organizado, calendarizado, y que busca la colaboración de equipos multidisciplinares para dar respuesta de una forma ágil a diferentes problemas complejos.
Esta nueva forma de gestionar procesos y equipos se basa en la división de un proyecto complejo en diferentes tareas más simples: los “Sprint”.
Un Sprint es la forma de organizar el trabajo en microtareas que se ejecutaran en un breve periodo de tiempo y que permite a los equipos obtener un aprendizaje aplicable a los siguientes Sprint.
Es una metodología ágil, dinámica y muy coordinada que permite la corrección de errores, solución de incidencias y evolución del proyecto mientras este se desarrolla aportando un valor añadido.
Una nueva metodología de trabajo que entre sus beneficios destaca:
- Control de los procesos. Cada tarea es definida en cuanto a objetivo o resultado final, asignación de equipos y un periodo de tiempo para su ejecución.
- Aporte de valor. El trabajar en microtareas facilita el aprendizaje de los equipos y la implicación de éstos en desarrollar nuevas soluciones creativas y realizables para los futuros Sprint.
- Ritmo de trabajo. Permite tener el control de cada punto del proyecto identificando los posibles errores, impedimentos, así como la identificación de posibles puntos fuertes en el proceso de producción.
- Evolución continua. Trabajar de forma escalada en el proyecto permite asumir la elasticidad del proyecto e ir incluyendo aquellos aspectos que den valor al resultado final.
- Sintonía y feeling en la relación cliente-proveedor. El trabajo organizado por microtareas con objetivos y tiempos permiten construir una relación entre cliente y proveedor de confianza.
- Una inversión económica rentable. El coste de la implementación de metodología de Scrum viene determinada por la capacidad de adopción y esfuerzo de esta metodología por parte de los diferentes equipos implicados y se hace muy rentable cuando se obtiene el producto final.
En definitiva, el Scrum es una metodología que pretenden dar respuesta a una nueva forma de producción de servicios y productos complejos dentro de un entorno cambiante, optimizando recursos y procesos.
Establecer una metodología de trabajo, controlada y que permita la evolución del resultado final según el aprendizaje de las diferentes etapas de desarrollo producto o servicio.