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July 2018
February 2018
El Design Thinking y la experiencia de usuario (UX) son términos que han cobrado gran relevancia recientemente. Pero, ¿qué implican y por qué son cruciales en el panorama actual del diseño?
El Design Thinking es una metodología de diseño, en su sentido más amplio, cuyo objetivo es crear productos que resuelvan de manera efectiva las necesidades de los usuarios finales, logrando la máxima satisfacción y la mejor experiencia de uso con el mínimo esfuerzo.
Por otro lado, la experiencia de usuario (UX) es lo que un cliente siente al utilizar un producto. Estos conceptos están profundamente interconectados, ya que un enfoque basado en el Design Thinking conduce inevitablemente a un producto que ofrece una experiencia de usuario satisfactoria.
A diferencia de la metodología secuencial waterfall, donde cada fase debe completarse antes de comenzar la siguiente, el Design Thinking permite iterar en cualquier etapa del proceso de desarrollo. Esta flexibilidad para revisar y perfeccionar aspectos del producto es crucial en el mercado dinámico actual.
Un dicho común en la industria es “fallar y fallar rápido”. Si un proceso de desarrollo de producto no encuentra errores, podría indicar una falta de innovación o toma de riesgos, elementos esenciales para avances en diseño.
Durante todas estas fases, trabajar con y para el usuario proporciona un feedback constante que permite identificar deficiencias, errores y necesidades. La posibilidad de retroceder en cualquier momento, rehacer y probar de nuevo es esencial en el proceso de Design Thinking. Iterar se convierte en una herramienta poderosa para la mejora continua.
En Bluecell, aplicamos el Design Thinking como metodología de trabajo en todos nuestros procesos de diseño. Este enfoque no solo optimiza los recursos en diseño y programación, sino que garantiza resultados que superan las expectativas de los usuarios, consolidando productos exitosos en el mercado.