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El vídeo se ha convertido en el rey de los contenidos a nivel mundial. Los avances tecnológicos han propiciado que se dispare el consumo de este formato hasta erigirse en la referencia a nivel global para la audiencia. Al margen de la ubicuidad reinante en la actualidad y las facilidades que aporta el hecho de tener Internet en cualquier lugar a través de un smartphone u otro tipo de dispositivo móvil, las numerosas ventajas del vídeo en comparación con otros formatos le han convertido en un referente de comunicación que, como no podía ser de otra manera, no ha pasado desapercibido para el sector de la publicidad y el marketing.
En este sentido, los usuarios confirman día a día con su comportamiento en la red que el vídeo es el formato más consumido por una serie de características que refuerzan su predilección. Por ejemplo, en la disyuntiva entre leer un artículo o recibir una información a través de un vídeo, el segundo supuesto sería el elegido por los usuarios en la gran mayoría de ocasiones gracias a su comodidad. Además, para las marcas resulta un aspecto muy relevante, ya que los contenidos en vídeo ayudan a aumentar la retención de la audiencia e incrementan el valor de su marca debido a que los usuarios tienden a identificarse en mayor medida con contenidos más dinámicos frente al estatismo de una imagen. En este sentido, el vídeo resulta más fácil de consumir gracias a que posee una duración concreta y, precisamente, por su carácter dinámico, al margen de estimular varios sentidos —vista y oído—.
A nivel de desarrollo, la influencia de las conexiones de alta velocidad de las que hoy disfrutamos y las mejoras técnicas también han favorecido que hoy en día se puedan incluir vídeos de buena calidad en los sitios web sin que el tiempo de carga se resienta. Así, la inclusión de dichos formatos ha ido multiplicándose exponencialmente a lo largo de los últimos años, con un crecimiento cuyas estimaciones siguen su tendencia al alza de cara al futuro a corto y medio plazo.
Según diversos estudios del sector audiovisual, el crecimiento de estas cifras se disparará hasta alcanzar registros muy significativos. Por ejemplo, el informe ‘Online Video Forecast 2019’ de Zenith concluye que cada usuario pasará una media de cien minutos al día consumiendo vídeo online en 2021, 84 minutos más que este año. Para ayudar a contextualizar estos datos, el mismo estudio afirma que el tiempo que cada persona empleó en consumir vídeo online entre 2013 y 2018 subió un 32 % de media anual. Como ya se señaló anteriormente, este notable incremento no se entiende sin las numerosas mejoras en aspectos como el auge de los smartphones o la patente mejora de las conexiones de datos.
Por otro lado, el informe ‘The State of Online Video 2018’ publicado por la compañía estadounidense Limelight Networks, asegura que los usuarios que consumen vídeo online lo hacen una media de seis horas y cuarenta y cinco minutos por semana, lo que supone que esta cifra creció una hora entre 2017 y 2018 y dos horas y media con respecto a 2016, arrojando datos reveladores acerca de su enorme importancia.
Con todos estos condicionantes, la influencia del formato a nivel digital queda fuera de toda duda. Gracias a ello, las marcas apuestan cada día más por la generación de contenido en vídeo para promocionar sus productos o servicios y reforzar el branding y la consideración por parte de sus clientes. A nivel comunicativo, la eficacia de los vídeos a la hora de proyectar y trasladar un determinado mensaje es eminentemente superior a otros formatos estáticos, además de resultar más rentables para las marcas al acercar a estas a cumplir sus objetivos mediante la consecución de mejores métricas.
De esta forma, el amplio abanico de datos que se pueden obtener para medir el alcance y rendimiento de las campañas de vídeo ofrece un retorno muy interesante para el inversor y, al mismo tiempo, su lanzamiento favorece que los contenidos se consuman en mayor medida con respecto a formatos estáticos. La supremacía del vídeo sigue acrecentándose con el paso del tiempo, y todo indica que esta tendencia seguirá creciendo de cara a los próximos años.
En Bluecell contamos con un departamento específico de vídeo que se dedica exclusivamente a la creación y elaboración de piezas audiovisuales para nuestros clientes. Shootings, motion graphics, animación 2D, VFX, stop motion…, cualquier tipo de contenido audiovisual tiene cabida en nuestro día a día, como puedes comprobar en nuestro reel de 2019. ¿A qué esperas para sumarte al reinado del vídeo?